¡Espectacular concierto el ofrecido por un Ramoncín, muy en forma, y por una banda de músicos de auténtico lujo! Además, con la parroquia totalmente entregada desde el comienzo y que había agotado las entradas hacía ya casi 3 meses. Formación con tres magníficos guitarristas con especial mención para los dos que se alternaron en los potentes y jaleados punteos. Con una sección de ritmo como una apisonadora y un teclista que se salía con el Hammond como buen colchón musical y que se marcó también excelentes momentos con el piano eléctrico.
A pesar de algunas polémicas que tuvo por aquí, y de las que habló con buen humor y mucha educación, siempre es magníficamente recibido en Euskadi y lo volvió a ser esta vez saliendo por la puerta grande en las más de dos horas de un concierto sin bajó alguno a lo largo del mismo. Y en cambio, teniendo muchos momentos excelsos a lo largo del mismo y con sus seguidores gozando de lo lindo y con unas sonrisas que iban de oreja a oreja. No faltaron la mayoría de sus clásicos más populares, pero también contentó a los seguidores más recalcitrantes, como Txerra y sus colegas, al abordar y bordar también temas algo menos populares, pero que tanto él, como su fantástica banda, resolvieron a la perfección. Una emoción que trasladaron perfectamente a todos los entregados y sudorosos presentes.
Hubo muchísimos temas y momentos memorables. Yo, por ejemplo, caí ya totalmente rendido con la tercera canción que no fue otra que mi favorita ‘Muerte En Putney Bridge’ en la que se acuerda mucho de mis queridos The Clash. Ciertamente hubo otros buenos momentos en los que nos recordó musicalmente a los mismísimos chicos de Joe Strummer, pero también hubo crescendos, coros y guitarras cargados de épica en la onda del mejor Springsteen & The E. Street Band. Casi podríamos hablar de cada uno de los temas y de muchos momentos con un Ramoncín con gran voz (a veces se le oía un poco demasiado por encima de la banda por poner algún pequeño pero a una actuación totalmente espléndida) y mejor presencia escénica.
Habló lo justo y lo hizo con simpatía siempre. Otros de esos muchos momentos reseñables fue cuando tocaron los cuatro guitarristas (con él incluido) y el bajista sentados en las escaleras del escenario con dos emocionantes temas entre los que brilló mucho ‘Una Como Tú’. ‘Como Un Susurro’ cantando con Ramoncín en medio del Kafe Antzokia fue otro de esos momentos excelsos y repletos de emoción. Nos hizo soñar a todos con su emocionante ‘Miedo A Soñar’ y a mí me encantó también cuando regresó a sus comienzos con clásicos como ‘Chuli’, la preciosa ‘Ángel de Cuero’ o la bailable y divertida ‘Rock & Roll Dudúa’.
Nos saludó en varias ocasiones en euskera y se salió al final al preguntarnos si queríamos en euskera o en castellano su ‘Litros de Alcohol’. Jolgorio y satisfacción a partes iguales y haciéndolo también muy bien en euskera. ¡Que 70 años más bien llevados, que banda junto a él y qué velada tan especial la vivida el sábado!
- Imagen destacada: Jose María Castellanos.
