Unos memorables Capsula rinden pleitesía al rock & roll en el Euskalduna

Unos memorables Capsula rinden pleitesía al rock & roll en el Euskalduna

Fotografías: Txema de la Cruz          El pasado sábado tocaba otro concierto dentro del #AurreraFest organizado por el Palacio Euskalduna. El trío bilbaíno – argentino Capsula actuaba en casa para presentar oficialmente su último trabajo «Bestiarium» (Gaztelupeko Hotsak,19). Era una cita importante para Conni Duchess y Martín Guevara, su primer concierto en el botxo post confinamiento. Quien más y quien menos ya sabe que la combinación de Capsula con el público de Bilbao tiene como resultado un cocktail explosivo. Y así fue.

Un fin de semana a finales de julio no es la mejor fecha para ofrecer un bolo y mucho menos si hace un día soleado. Pero todo esto no fue impedimento para que poco a poco la gente se fuera acercando a la puerta esperando que se abriera. Una espera que se demoró más de la cuenta por desajustes organizativos ajenos a la banda. No faltaba nadie, fans, amistades de Conni y Martin, músicos de otras bandas, prensa,… Si a esto le añadimos que hubo fiesta pre concierto en Nave 9 (bajo la atenta mirada de los agentes municipales) no cabe duda que era una día especial.

Tras el pertinente gel desinfectante y mascarilla en rostro se fueron ocupando las localidades. No hubo mucho que esperar para que Alvaro Olaetxea (batería), Conni Duchess (bajo, voz) y Martín Guevara (guitarra, voz) salieran al escenario. Los aplausos y silbidos fueron instantáneos a la salida del trío, lo que dejaba ver la predisposición que había porque la noche fuera memorable. Hay mucha ganas de rock en directo y Capsula reúne los ingredientes perfectos para aliviarnos el síndrome de abstinencia al menos durante hora y media.

¿Qué decir de Capsula?. Su último álbum, “Bestiarium”,  es uno de sus mejores trabajos. Directo y contundente. Si en casa resulta brillante en directo resulta brutal. El sábado desplegaron su rock con pinceladas garageras, sus ritmos más bluseros, el post punk y, sobre todo, una psicodelia que te agarra y no te suelta. Suenan a Iggy Pop,The Stooges, Pixies, The Velvet Underground, al primer Bowie… El del sábado fue un sonido perfecto (salvo algunos momentos en los que no se entendía lo que decían Conni y Martín), crudo, guitarrero y, porque no decirlo, totalmente salvaje. 24 canciones que pusieron al público en pie (literalmente) en diferentes ocasiones.

Abrieron con la potente «Sun Shaking» y «Constellation freedom». Dos temas de sus trabajos «Rising Mountains» y Solar secrets» respectivamente. «Found and lost» sonó antes el acelerado y crepuscular rock «Red moon falls», primera que tocaron de su último disco. Siguieron con la blusera «Seven crimen» e incluyeron la psicodélica «What´s in the mirror» de su álbum «In the land of silver souls».

Tras «Candle candle» vino «Mejor no hablar de ciertas cosas», la versión que de la banda argentina SUMO incluyeron en su disco «Rising mountains». El noise llegaba con otro tema de «Bestiarium», «Away from heaven» y el rockabilly con «El infierno». «Santa Rosa» y «No contestas» de su anterior trabajo dieron paso al blues mayúsculo «Caballos de mar».

Después de retirarse brevemente volvieron a escena pero en esta ocasión con un integrante más; Jorge Cayama (teclado y percusión). Este venezolano afincado en Bilbao fue el anterior batería de la banda. Atacaron con tres temas del ultimo disco. Empezaron con la insinuante «Cry with you», continuaron con los ritmos arabescos de «Siren´s lips» y «Magnets». Les siguieron «Russian Roulette», la versión que hacen de The Lords of the New Church y «Dead or alive».

De nuevo en formato trío interpretaron  temas más rockeros sin esos toques psicodélicos (incluso las psicodélicas visuales desparecieron). «Wild fascination», «Wild confussion», «Girl whip up the sound» y el trallazo de punk que supone la canción «Shipnx» incluida en «Bestiarium». Era una noche especial y el final tenía que serlo. Cerraron el bolo en formato quinteto al volver a el escenario Jorge Cayama acompañado de otro invitado de lujo como Gaizka Insunza (guitarra).  No podía faltar la figura de Bowie con «Suffragette city» y otro tema con tintes de blues como «You cannot blame».

Martín y Conni no dieron ni un segundo de tregua. Disparaban los temas uno tras otro sin compasión. Un concierto memorable y demoledor para una noche en la que se rindió pleitesía al rock and roll más eléctrico. Brillante.

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