Derby Motoreta´s Burrito Kachimba: «hacer el disco se convirtió en esa distracción para no pensar que el mundo se estaba acabando».

Derby Motoreta´s Burrito Kachimba: «hacer el disco se convirtió en esa distracción para no pensar que el mundo se estaba acabando».

El suyo era el disco más esperado de este año. Lógico cuando con su anterior y primer disco se convirtieron en el grupo revelación. Tienen, con tan solo tres años de vida, todos los ingredientes para convertirse en una de las grandes bandas a nivel estatal. Una energía que arrasa allí por donde van, un estilo propio (kinkidelia) que mezcla el rock andaluz de los años 70 con la psicodelia y un estilismo macarra. Todo ello dota a los sevillanos Derby Motoreta’s Burrito Kachimba de un magnetismo que los hace irresistibles. Se salen fuera de lo normal y eso les hace más que diferentes, especiales. «Hilo negro» ya está a la venta y el grupo ya ha iniciado la gira presentación pero han sacado un hueco para responder a nuestras preguntas cosa que agradecemos. Con todos ustedes…la kinkidelia… o lo que es lo mismo, Derby Motoreta´s Burrito Kachimba.

Desde que en 2019 apareciese vuestro primer álbum no habéis parado. Sin embargo, cuando más conciertos teníais programados y en plena cresta de la ola, llega la pandemia y echa por tierra todo. ¿Cómo habéis sobrellevado esta situación?

Bueno, al principio fue duro, ese momento en el que prácticamente todo el planeta está confinado por una pandemia global y asumes que no sabes cuándo volverás a tocar ni qué va a pasar es difícil. Luego entramos en la fase de aguantar el temporal hasta que pasara, y en ésa decidimos centrarnos en hacer un discazo, por si fuera el último.

Como digo, con el álbum Derby Motoreta´s Burrito Kachimba, lo habéis “petado”. Se os ha reconocido en muchos medios como el grupo revelación. ¿Eso ha supuesto presión a la hora de grabar este nuevo “Hilo negro”?

Qué va, para nada, ha sido cómo vivir un sueño, grabar el segundo disco de la banda sabiendo que hay tanta gente esperándolo es una fantasía. Si acaso sería presión de la buena, de la que te da subidón y te anima a seguir adelante, no de la que te incita al error.

Nos centramos en este nuevo disco que acabáis de estrenar. ¿Cuándo se empezó a gestar “Hilo negro”?

Pues desde el momento en el que se terminó de grabar el primero, en realidad. Siempre van surgiendo ideas con las que jugamos en el local, algunas terminan en canciones y otras se quedan guardadas en el cajón. Por ejemplo: el concepto del «Somnium Igni» nació en el primer disco pero, como no estaba del todo terminada, decidimos separarla en dos, y repartirlas entre el primer y el segundo disco.

Fotografía: Van Stokkum

Entre otros aspectos destaca la producción. ¿La habéis trabajado mucho más que en el anterior disco? ¿Ha influido el disponer de más tiempo debido a la situación pandémica?

Sí, “Hilo Negro” tiene no sólo un gran trabajo de producción sino también de pre-producción, clave para poder llevar los sonidos donde quieres que vayan. Y evidentemente, el no tener un horizonte definido en cuanto a la situación, nos permitió centrarnos más y dedicarle muchísimo más tiempo. De alguna manera, hacer el disco se convirtió en esa distracción para no pensar que el mundo se estaba acabando.

Además de la producción, nos encontramos con nuevos arreglos y nuevos ritmos. También las letras destilan un brillo diferente. Sin embargo, vuestra esencia se mantiene intacta. ¿Se puede considerar “Hilo negro” como un disco continuista?

El objetivo del disco era reafirmar nuestro sonido y nuestra esencia, pero creciendo y subiendo un escalón a todos los niveles, desde la composición, arreglos, lírica, producción, imagen… Así que de alguna manera sí es continuista, pero con más zurrapa.

Los teclados y sintes siguen teniendo mucha importancia, pero ahora en algún tema podemos escuchar también otros instrumentos como es el caso del sitar. ¿De dónde nace esa idea?

La experimentación sónica es clave en la banda, siempre estamos buscando nuevos sonidos, nuevas texturas, nuevos ruiditos para incorporarlos a los nuevos temas. E incluso, algunas veces, componemos desde una idea que surge de tal o cual sonido.

Fotografía: Van Stokkum

Como he dicho las nuevas letras de Dandy también reflejan algo especial respecto a las del anterior LP. Pero continúan con esos paisajes de ensueño bañados por la tradición andaluza. ¿Cómo surgen y como acaban transformándose en estos temas con tintes psicodélicos?

Las canciones las hacemos entre todos. Todo lo que sale en el local es lo que me da el punto de partida para hacer las letras. Luego voy tirando de ese hilo que el universo me ha lanzado, que a veces me lleva a paisajes reales y otras a invenciones fantasiosas.

Es imposible no hablar de Triana a la hora de buscar vuestras referencias andaluzas. Pero estas son muchas más. En el tema “Gitana” dice …” Baldío, todo estaba baldío…”. Cuando lo escuché por primera vez me recordó al “todo es de color…” de Lole y Manuel. Como ya hemos comentado cogéis mucho del folclore popular andaluz. ¿Continuáis con el trabajo que empezó una figura como la de Morente de introducir lo popular en los nuevos ritmos?

Morente fue un Maestro en todos los sentidos y aunque nosotros también utilizamos ese folclore en nuestras composiciones, lo hacemos desde un lugar diferente. En DMBK hubo dos premisas desde el inicio: hacer la música que nos corresponde por época y no darle la espalda a ninguna influencia. Eso implica que, a la hora de componer, vomitamos todo lo que hemos comido, desde el blues del delta o toda la psicodelia de San Francisco, hasta La Paquera. Pero no lo hacemos desde un lugar continuista, si eso después continúa o conecta con otras cosas, ¡pues fantástico!

A él, en bastantes ocasiones, se le criticó esa labor. No se entendió su labor sobre todo desde el lado más ortodoxo del folklore andaluz.

Normal, abrió muchas puertas y no todo el mundo está preparado para tanto aire fresco.

Portada de «Hilo Negro».

En cuanto a influencias foráneas … King Gizzard & the Lizard Wizard. Por cierto, a ellos les conocí también en el BBK Live y en el mismo escenario y hora que os descubrí a vosotros. ¿Qué significa la banda australiana para Derby Motoreta´s Burrito Kachimba?

Fue un gran revulsivo. DMBK nació en el año en que ellos sacaron cinco discos, estábamos flipando y encontrábamos un montón de similitudes. Nos sirvió para lanzarnos al abismo sin complejos con lo que éramos y con lo que somos.

Volvemos al disco. “El valle”, “Gitana” y “Caño cojo” se convirtieron en los tres adelantos de “Hilo negro” ¿Por qué estos temas?

Nos parecieron los más indicados para orientar de por dónde iba a ir nuestro segundo disco. Con «El Valle» fue como «Hola, hemos vuelto». Con «Gitana» anunciamos que con el disco venían curvas. Y con «Caño Cojo» nos reafirmábamos en nuestro sonido, pero amplificándolo hasta el once.

Los tres videos no pasan desapercibidos. ¿Cómo se lleva a cabo el proceso de creación?

De los vídeos se encarga nuestro Gringo aka Tera Bada. Él se encarga de escribirlos, de la realización, del montaje, la dirección y los efectos. Y para el rodaje solemos contar con nuestros colegas de Neipol Films.

En varias canciones ha colaborado a la percusión Javier Ruibal Jr. ¿Qué aporta Javier?

Todo empezó cuando se nos ocurrió la idea de introducir una darbuca en el tema «Turbocamello» para acentuar aún más el aroma oriental. Entonces Soni propuso a Javier, ya que tienen un pasado musical compartido. Y como estaba en el estudio, se nos ocurrieron lugares en las canciones ya grabadas donde pudo aportar su magia. Así que colabora en varios temas del disco.

Volviendo a las letras de las canciones, ¿Cuál es la temática principal del disco? A bote pronto se puede decir que relucen el amor y la libertad. Algo que, por otro lado, contrasta con los tiempos en los que vivimos.

El amor y la libertad son los dos grandes anhelos de la humanidad, nos pasamos la vida persiguiéndolas y tan solo algunas veces alcanzamos a rozar su sombra. Y ahora más que nunca es necesario cantarlas bien alto.

Procesáis un género propio; la kinkidelia. ¿Cómo definís este estilo que os caracteriza?

Es una etiqueta que creamos al inicio de la banda, porque no nos sentíamos del todo cómodos con las etiquetas que sabíamos nos iban a caer. A partir de ahí, es un lugar para hacer lo nuestro donde las reglas estilísticas las ponemos nosotros; lo cual nos da mucha libertad a la hora de crear.

Iniciáis el tour de presentación en Barcelona. ¿Cómo afrontáis esta gira?

Te estoy respondiendo a esta entrevista desde la desquicioneta camino a Barcelona y ahora mismo el ambiente es de fiesta, casi como si fuera fin de año. Se nos acumulan muchas cosas: disco nuevo, un parón eterno, lo que parece el fin de la pandemia… Estamos deseando hacer una buena madeja con nuestro “Hilo Negro” por toda España.

¿Qué nos espera a quienes vayamos a vuestros conciertos?

Para nosotros, los conciertos son la cima de la pirámide, las canciones, los vídeos, las horas en el local… Todo eso es la base, y arriba del todo, los conciertos. Es ahí donde la banda despliega todo el arsenal, donde somos completamente libres y tratamos que el público viaje con nosotros.

El 5 junio estaréis en el BEC! de Barakaldo. Y allí estaremos RockinBilbo para dar cuenta de dicho concierto. Tocamos madera para que no se vuelva a aplazar.

Esperemos que la broma larga se acabe ya de una vez y no se aplacen más conciertos. Nos tomaremos unos pinxos…

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