Explosión de ritmo, estilo y actitud con Ana Curra y SEDA

Explosión de ritmo, estilo y actitud con Ana Curra y SEDA

Ayer acudimos a la Sala BBK para disfrutar de una nueva cita con ciclo Rabba Rabba Girl! Una sesión matinal que levantó mucha expectación por la presencia de Ana Curra y el estreno en directo de SEDA, la banda local encabezada por Virginia Fernández. Las entradas, como viene siendo habitual en cada cita dominical, se habían agotado hace semanas y es que las butacas disponibles se quedan en 120 debido a las restricciones. Como digo había expectación y eso se pudo comprobar en los prolegómenos con la gente que esperaba a las puertas de la sala. No era para menos; dos mujeres enérgicas y que transmiten como nadie encima de un escenario.

Fotografía: Edu Gascón.

SEDA comparecieron puntuales mientras sonaba “Maniac” de la banda sonora de Flashdance. Félix Landa (guitarra), Mikel Caballero (bajo),  Galder Creo (batería) y Joseba Lenoir(guitarra) despejaron el camino para que con las primeras notas de “Hey”, primer single de “The Belly”, el primer y reciente disco de la banda, apareciera Virginia. Desde ahí discurrieron 30 minutos para 9 temas del disco y una nueva composición.

Fotografía: Edu Gascón.

Quienes habíamos visto a Virginia en escena no nos sorprendió su actitud en la Sala BBK. Desde el principio se le quedó pequeño el escenario. Y es que la artista se lo come en un ir y venir de movimientos que dan plasticidad a cada letra y a cada nota de las canciones. Y eso que según Maite Dacal, ayer al frente del merchandising de la banda, la vocalista de SEDA estaba “atacada de los nervios”. En la actuación no lo pareció y, como decimos, estuvo muy bien y, sobre todo, muy afinada. El resto de la banda sonó limpia y brillante salvo los primeros compases, quizás, con sonido algo saturado. Algo que, rápidamente, se subsanó.

Fotografía: Edu Gascón.

Un concierto fulminante y eléctrico. No había tregua y uno tras otro fueron cayendo los temas. Tras el mencionado “Hey” sonaron “She can do”, “Clean my name”, “Breaking the house”, “Drunker lover” (con Virginia a la guitarra acústica), “Two words”, y “Passenguer”, todas ellas de “The Belly”. En la parte final sorprendieron con un tema nuevo “Hard time” para cerrar la actuación con “Let it go”. Un repertorio que destapó un alma punk, melodías que recuerdan al folk setentero, blues y de repente un ritmo más moderno. Pero sobre todo SEDA suena a rock.

Fotografía: Edu Gascón.

No tenemos duda de que el de ayer es el primero de una larga lista de directos (y el primero de una lista de discos) en los que SEDA tiene mucho que decir. Hay mucha experiencia y feeling entre los componentes que, han hecho suyo lo que empezó siendo un proyecto personal de Virginia Fernández. De esta poco más que decir; por fin tiene su proyecto, su banda y su disco. Y tras lamerse las heridas ha salido de su cueva en su versión más rockera.

La cabeza de cartel era Ana Curra. La madrileña tiene un bagaje artístico que se remonta a La Movida madrileña. Por aquel entonces formó parte de bandas como Pegamoides, Seres Vacíos y Parálisis Permanente. En esta última formación compartió liderazgo  con el malogrado Eduardo Benavente con quien formaba también pareja sentimental. A sus 62 diciembres se muestra fuerte y enérgica sobre el escenario por el que no paró de agacharse, saltar, tocar el teclado y desfilar su porte gótico y su aire punk.

Fotografía: Edu Gascón.

Durante algo más de una hora, en formato cuarteto, desgranó 17 canciones, la mayoría, de los tiempos de Parálisis. Un concierto que fue a más y que cogió una velocidad y fuerza imparable en su parte final, a mi parecer, en la que más aire punk y energía soltó. Hay que reconocer que ver un concierto de Ana Curra en estas condiciones (sentado, con mascarilla y con distancia social) no son las mejores. Sabedora de ello la artista explicó  que habían elegido “un play list para estar sentado”. La artista reforzó el mensaje de las canciones con unas proyecciones dignas de mención entre las que pudimos identificar imágenes de “Pájaros” de Alfred Hitckcock o de “La parada de los monstruos” de Tod Browning. No faltaron rayos y truenos que, junto al estilo de Curra, creo un ambiente propio, en determinados momentos, de una novela de Allan Poe.

Fotografía: Edu Gascón.

Una potente intro con el “Réquiem en Re Menor” de Mozart daba paso a la banda que acompaña a la madrileña; Ivan Santana (batería), Pilar Román (bajo) y Ángel Berdiales (guitarra). Tras sus músicos Ana Curra con el cuero y los colores negros por bandera. Abrieron con “Fundido a negro”, un tema con toques de death rock ochentero de su último álbum “Huaco” (2019). Siguió con dos de sus éxitos en Paralisis Permanente como son “El acto” y “Nacidos para dominar”. Dos canciones del un post punk clásico estatal. “Bienvenidos. Tenemos suerte de disfrutaros hoy. Estamos empezando como si fuera la primera vez”, saludó.

Fotografía: Edu Gascón.

Tras “Te gustará” no faltó un clásico en los concierto de Ana Curra. Esta no es otra que la versión que hacen del “Héroes” de Bowie. “Todos somos héroes y tenemos que intentar serlo siempre”, sentenció.  Continuó con “Esta tarde gris” de su disco “Volviendo a las andadas” (2014). “Quiero ser santa” de su etapa con Alaska sonó con esa aureola oscura que lo convirtió en un éxito que no envejece. Sonó otro temazo de Parálisis Permanente como “Tengo un pasajero”. Nos regalaron un tema que acaban de estrenar hace escasos días (era la segunda vez con lo tocaban en directo); “Hiel”. Un tema que evoca “una danza por los nuestros”. Un réquiem de la era Covid, lleno de dolor, tristeza y angustia que sonó muy emocionante.

Fotografía: Edu Gascón.

Con “Pájaros de mal agüero” se recreó en su estilo más ortodoxo. Aprovechó para explicar que “aunque es una canción que tiene 20 años ahora nos viene a huevo”. Recordó que hay otras pandemias como en su momento fue la del SIDA, “lo que ocurre es que aquella afectaba a los marginales”. Estrenaron un tema de aire “futurista, feminista y punk“, señaló Curra. Todavía están trabajando este tema pero quisieron probarlo en directo. De “Huaca” interpretó con el rostro cubierto “Aprendiz de bruja” donde destacó su timbre de voz.

Fotografía: Edu Gascón.

El final como he comentado fue vertiginoso. Subidón con “Ghost rider” , una versión punk del tema de Suicide, una potente “Quiero ser tu perro” y “Unidos”, otro de los clásicos de Parálisis Permanente que no podían faltar. El colofón llegó con “Autosuficiencia” y “Un día cualquiera en Texas”. Dos temazos de Parálisis Permanente con los que cerraron un muy buen concierto.

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