Esta semana comenzaba en el Fnac de Bilbao ‘La Semana de la Música’ que se celebra oficialmente el lunes 21 de junio. En la primera cita, de ayer lunes 14 de junio, el protagonista era el vocalista bilbaíno, James Room, quién se presentaba ante un reducido público cercano a los veinte asistentes para ofrecer en riguroso directo su nuevo trabajo en formato EP y titulado ‘2021’. Un show en acústico en el que se encontraba acompañado por Gabriel León, contrabajista de la BOS. Ambos músicos fueron los verdaderos maestros de esta ceremonia íntima que agradó completamente al escaso y expectante público que asistió previa inscripción vía internet.
Durante todo el concierto, el artista James Room, estuvo muy comunicativo y eternamente agradable, donde explicaba muy brevemente lo más importante y destacado de cada canción. En un show que comenzó interpretando íntegramente su nuevo EP compuesto por cinco canciones para después ofrecer dos grandes interpretaciones de dos clásicos del rock, uno nacional y otro internacional. El primero de ellos fue el himno de Enrique Bunbury, «El Extranjero» que les quedó de lujo y el segundo fue, con la versión personal que realizaron en perfecta comunión James y Gabriel, con el corte de Tom Waits, «Chocolate Jesus«.
En su inicio y con rabiosa puntualidad, 19:00 horas, James nos introdujo en su ambiente rockero con grandes dosis de cantautor americano muy a lo Neil Young y en versión acústica con «Before This«, una retrospectiva al pasado, para después encarar el regreso a la actualidad con «We Are Back«, la cual aseguró interpretarla en un futuro junto a la banda y en eléctrico. Después vino un tirón de orejas para toda esa sociedad de ratas que tenemos alrededor mediante la absorbente «Rats Aboard«, que culminó de manera brillante con la animada y galopante «A Horse Named Storm«. Corte basado en un caballo salvaje llamado tormenta que tras su finalización, recibieron el calor del público ambos artistas, mediante efusivos aplausos. Momento ideal para la sublime interpretación en la cual desvelaron el último corte del nuevo EP que recaía en la dramática «Color Me Warm«. Basada en esos días que queremos olvidarnos de todo lo que nos rodea y solamente deseamos estar al lado de la persona a la que más amamos.
El tiempo era escaso y dentro de su show cercano a los cincuenta minutos, hubo tiempo para estremecernos el corazón, con la emotiva ejecución que hicieron ambos músicos con la melancólica y dramática «Morning Train«. Un demoledor tema, con un James embriagado de la emoción, al anunciar que esta basada en el fatídico 11 M y que cuenta la historia de cómo un padre recoge a su hijo en el colegio porque la madre iba en uno de esos trenes que tuvieron ese fatal desenlace. Y que tras finalizar su sublime e íntima interpretación, junto a un Gabriel inmerso en cada nota que salía de su contrabajo, volvía a animar a los allí presentes para ejecutar fielmente otro de sus éxitos de su último disco. La elegida para dicha misión fue la semi rockera «Cheshire Moon«. Para después finalizar por todo lo alto con un bis muy movido que dejó completamente satisfechos a los casi veinte asistentes que se despidieron de ambos artistas proclamando soberanas felicitaciones.
Una memorable cita de la que fuimos testigos veinte privilegiados espectadores y en la que ambos artistas fueron los grandes protagonistas y directores de una corta pero intensa velada acústica e íntima que tan bien sienta de vez en cuando en cuerpo y mente. ¡Gracias maestros!
