Lleva desde la pubertad siguiendo el rock en todas sus vertientes. Cinco décadas de pasión que nos transmite a través de todas y cada una de sus colaboraciones en distintos medios. Javier Corral «Jerry» es una de las voces acreditadas del periodismo musical en Bizkaia y más allá. Divulgador y promotor de mil y una iniciativas culturales, «Jerry» nos presenta otra iniciativa más. Nos referimos a su recién estrenado podcast en Subterfuge Radio, «Amor libre«. Charlamos con él para conocer un poco más de este interesante proyecto.
¿Cómo surge la idea de «Amor libre»?
La idea viene de hace años, de hecho empecé un podcast con entrevistas atemporales a músicos vascos en Radio Euskadi en 2021, y ya tenía la intención de este otro con música sobre todo internacional. Pero en medio surgió el libro sobre el RRV, que saldrá en abril, y se paralizó casi todo lo demás.
Cada día hay más plataformas para podcast, ¿Porqué en Subterfuge Radio?
Subterfuge Radio creo que es ahora mismo la plataforma idónea para un programa musical de estas características. Veteranos de Radio 3 como Julio Ruiz o Manolo Fernández están ahí también. A través de un amigo me puse en contacto con Carlos Galán que me acogió al instante. No hizo falta explicar nada. Supongo que lo más difícil será lograr audiencia fuera de Euskadi y mantener la expectativa inicial, dentro de nuestros límites, claro está.
¿Qué vamos a encontrar en este podcast?
En «Amor libre» vamos a divulgar músicas recientes de contrastado prestigio. Llevo cincuenta años, desde púber, siguiendo el rock y todas sus derivadas, con pasión personal, pero también con disciplina y dedicación periodístico-profesional. Con los años no he perdido curiosidad por escuchar cosas nuevas, y creo que la edad, aparte de los malditos achaques físicos, te da un mayor criterio y te libera de prejuicios. Así que mi intención en (per) seguir el presente, lo que significa seleccionar novedades junto a reediciones y noticias que remarquen el contexto histórico.
En este tipo de formatos es importante la periodicidad, ¿Cuál será de de «Amor libre»?
A excepción de estos dos primeros, a modo de resumen de 2023 y presentación de la línea a seguir, que han ido dos jueves consecutivos (4 y 11 enero), será quincenal. En realidad, catorcenal, un jueves sí y otro no. Jaime Cristóbal, pionero en esto con su sensacional «Popcasting», me decía que esa es la frecuencia perfecta, tanto para el que lo hace como para el que lo escucha. Te confesaré que me encantaría que pudiese ser semanal, para que se quedaran menos cosas fuera, y poder realizar especiales, pero es complicado.
¿Qué nos puedes decir de la estructura?
Serán episodios de alrededor de una hora, como mucho 70 minutos. Vamos a pensar en un 75 % de absoluta novedad, incluso algún adelanto, y un 25% de reediciones y recuperación histórica. Pero se irá viendo.
Teniendo en cuenta tu faceta divulgadora de la cultura en genera y de la música en particular, ¿Qué pretendes comunicar-transmitir a través de este nuevo proyecto?
Pienso que el gran problema de la buena música contemporánea es su difusión, su escasísima difusión, fuera de medios muy especializados. La insoportable levedad de la SER y los 40 indeseables, se ha extendido, por no hablar de toda la telebasura de los concursos y realities. En ese país no sobran los melómanos, hay que ir a buscarlos debajo de las piedras. Todos esos aficionados con buen gusto y sensibilidad, pero poco tiempo, por las razones que sea. Somos una gota en medio de un océano de comunicación (e incomunicación interesada), pero no hay nada más satisfactorio que compartir música, ayudar a la gente a descubrir canciones, artistas y emociones nuevas. Proselitismo creo que se llama. En estos seis días desde la primera emisión, he recibido muchos muestras de apoyo. Mientras te cuento esto, me envía un wasap una integrante de un grupo femenino de rock: «Guapísimo programa Jerry! Algún que otro descubrimiento que me ha maravillado», y otro el admirado colega Ricardo Aldarondo en términos similares. O que vosotros os preocupéis por hacerme esta entrevista. Esas son las mayores recompensas.
