Pondría este disco y esta banda a esos que piensan que el bues es un género caduco sin nada que aportar y del pasado e incluso muerto. Los Blues Morning Singers miran al pasado en su sonido. Más aún en su buen disco de debut homónimo de 2014 a base de arcaicas versiones del blues más rural. Ya se abrieron al presente y aportaron temas nuevos en su “Jump And Shout” del año 2017. Aquí ya se acercaron al jump blues y al blues eléctrico de Chicago además de al de la costa oeste.
Desde entonces y en adelante han creado más canciones que cuentan y palpitan historias de hoy. La base de su sonido sigue con un pie hace más de 60 años atrás, pero el latido que ellos le proporcionan es claramente de hoy. Lo vimos en Rock In Bilbo con el guapo videoclip del tema homónimo de este tercer y más completo trabajo, “Winding Road” (Gaztelupeko Hotsak). Este tema brilla por su buen órgano a lo Booker T. & The MG’s y por la omnipresente armónica de Carlos que remite a la primera mitad del siglo pasado.
Además en este nuevo disco cuentan con unas colaboraciones de relumbrón. Tenemos a uno de nuestros mejores saxos de la actualidad como es Javier Alzola con varios discos solistas destacables ya en Errabal Jazz. Se sale por ejemplo en ese ‘Learning To Say No’ con su ritmo excitante y la guitarra jugando con la armónica al estilo de Carey Bell. También tenemos el piano y los teclados varios de Alberto Trigueros en varios temas a los que proporciona una dosis mayor de riqueza sonora. Contagioso ritmo jump blues en ‘Confusion Woman’. Viaje al Chicago más eléctrico con gran guitarra y cruda armónica en ‘Lotto Prize’. Swing de Nueva Orleans contagioso y gran estribillo en ‘Under The Rain’ y fantástico final con la oscura, diabólica y ponzoñosa ‘Talk To The Devil’ con genial slide guitar de Mario. ¡Estos te pueden alegrar desde las mañanas hasta las noches!
