Malanoche regresan después de un parón de cuatro años y lo hacen con un disco homónimo que simboliza el comienzo de esta nueva etapa para el grupo de Santutxu. En esta ocasión, la banda se ha olvidado de las prisas y de los agobios y, con la producción de Aitor Ariño (Lorentzo Records), han hecho un disco mucho más variado que los anteriores en el que demuestran que este tiempo de reflexión les ha venido muy bien para reinventarse y recuperar la ilusión por la música. Para disfrutar de estas nuevas canciones habrá que esperar hasta el 5 de octubre, día en que estarán presentando el disco en Nave 9.
Volvéis después de cuatro años y con un disco homónimo, ¿Es como volver a empezar como banda?
Eder: Sí, eso es. El tema de la portada también viene por ahí: de resurgir de algún modo de nuestras cenizas; al final, en este tiempo que hemos estado parados hemos aprendido muchas cosas, es como volver a empezar pero haciendo bien las cosas de una vez, de una manera más profesional.
Mariano: Han sido cuatro años de reflexión en muchos aspectos. Con lo que hemos aprendido de cómo funcionan las cosas, de lo que hay que hacer y, sobre todo, lo que no hay que hacer, nos replanteamos las cosas para encararlo de otra manera pero, lógicamente sin dejar de ser Malanoche porque nosotros somos los mismos.
¿Teníais claro que en algún momento os volveríais a juntar después del parón o era algo definitivo?
Fran: Estaba claro que, en algún momento íbamos a volver a juntarnos. La separación fue una cuestión de desgaste puro y duro, fueron más de cien conciertos sin parar casi ni para grabar, ya hacíamos las cosas por inercia pero sin esta ilusión que tenemos ahora. Al final, un grupo es más como una pareja que como una familia porque con la familia no puedes darte un tiempo y siempre están ahí, pero con una pareja sí (risas).
Mariano: Desde que empezamos con el grupo nos autoimpusimos ese ritmo de tocar, tocar y tocar y llegó un momento en que no parábamos a plantearnos las cosas, sino que tocábamos donde fuera y a veces casi por nada; pasábamos mucho tiempo juntos, ya fuera en un escenario, en un estudio o en la furgoneta y decidimos que había que parar porque nosotros, antes que grupo, somos colegas y eso había que mantenerlo.

¿Crees que os pilló todo en un momento en que erais demasiado jóvenes y no teníais la experiencia que tenéis ahora?
Fran: Sí, ahora ya tenemos nuestras vidas más “ordenadas” y se gestiona todo mejor porque tenemos ganas y eso se transmite, antes íbamos casi obligados a ensayar o a tocar y la música es tan bonita que, hacerla sin motivación es desperdiciarla y no queríamos eso.
¿Habéis aprendido, por tanto, a valorar vuestra música y vuestro trabajo?
Mariano: Sí, eso es algo que se refleja en el disco, ya que nos hemos animado a hacer un disco sin ningún tipo de prejuicios y que hemos grabado como hemos querido, algo que no nos había pasado hasta ahora, nunca habíamos disfrutado tanto de una grabación.
Eder: Hemos hecho el disco que queríamos y lo hemos hecho sin prisa… y, aun haciéndolo sin prisa, ha sido el que más rápido ha salido, porque desde el momento que nos juntamos todo se dio estupendamente y no paraban de salir cosas. Es un disco diferente porque también hemos cambiado la forma de hacer las canciones ya que antes traían algo Fran o Mariano y, a partir de eso, empezábamos a trabajar los temas y en este, quitando las letras que hace Fran, las hemos hecho entre todos en el local.
¿En qué momento decidís que ya era hora de retomar el proyecto?
Fran: La verdad es que fue algo un poco extraño, porque los meses antes de volver a retomar el grupo, no sabemos por qué, pero empezábamos a quedar (risas)… eran como señales, pero todos los jueves quedábamos a tomar unas cañas en el Rock and rolla y, si quedábamos, al final siempre se hablaba de Malanoche así que, poco a poco, la cosa fue saliendo de una manera bastante natural.
¿Teníais claro desde el principio que, si volvíais, había que hacerlo con temas nuevos?
Eder: Sí, por supuesto, ni nos habíamos planteado volver y hacer conciertos si no había un disco nuevo. Los pasos a seguir eran esos: volver a juntarnos, componer, grabar y tocar. De hecho, hemos tenido oportunidades de tocar antes de grabar el disco y hemos dicho que no porque lo principal era el disco y los temas nuevos.

¿Habéis recuperado alguna canción de vuestra etapa anterior?
Fran: Yo normalmente, cuando compongo, suelo tener cosas escritas y luego, en momentos de inspiración, adapto las letras y hago la canción. En esta ocasión, todas las letras son nuevas y han salido con la música que traía Mariano o con lo que se nos iba ocurriendo en el local… son todo temas de este último año, salvo “Bilbao otra vez…”, que creímos que encajaba con el concepto general del disco y ha servido un poco de introducción a esta nueva etapa.
Me decíais que es la grabación en la que más habéis disfrutado, ¿qué diferencias ha habido respecto a vuestros anteriores trabajos?
Mariano: La primera gran diferencia es que aquí ha estado Aitor (Ariño), que es un tío muy profesional y con el que casi no hace falta contrastar nada; además, sabíamos dónde íbamos porque allí en su estudio Lorentzo Records se han grabado todos los discos que nos gustan desde que éramos unos chavalillos, ha sido muy fácil currar con él porque Aitor no es uno de esos productores que vas con una canción y te la cambia completamente, él te puede aconsejar, sobre todo, en los aspectos técnicos y pilló enseguida el rollo y lo que queríamos.
Eder: En la grabación también han sido importantes los “cacharritos” con los que hemos podido tocar allí, pero la mayor diferencia a la hora de grabar respecto a otras ocasiones ha sido nuestra propia motivación, que íbamos con los temas que nos gustaban, que llevábamos las canciones muy trilladas y que lo hemos hecho con tiempo.
¿Creéis que estas son vuestras mejores canciones?
Mariano: Sí, es el disco que más nos gusta. Por ejemplo, nuestro primer trabajo lo grabamos en cuatro días y en este hemos estado unos 15 días y nos ha dado tiempo para escuchar las mezclas, hacer masterizaciones… lógicamente el resultado es otro.
También encontramos sonidos diferentes a lo que nos teníais acostumbrados como ese dobro, las armónicas, ¿habéis aprovechado también estos cuatro años para escuchar otras músicas?
Fran: Eso también está dentro de ese periodo de reflexión que nos hemos tomado también para abrirnos a otras cosas de una manera nada forzada.
Eder: A pesar de todo, tampoco es que hayamos cambiado la hostia, de hecho son cosas que iban surgiendo, como el tema de la armónica, que salió un día en el local a partir de un tema que trajo Mariano y que, al final ahí ha quedado porque nos parecía que quedaba bien. Creo que nos hacía falta hacer un disco como este, más variado, y nos ha venido bien para seguir manteniendo esa ilusión con la que hemos vuelto.
En cuanto a las letras, se habla mucho de amor pero es un disco muy “de calle y de bar”, ¿cómo has trabajado en esta ocasión la escritura, Fran?
Fran: He querido hacer letras más sencillas y menos rebuscadas que otras veces… igual en otros discos, como ya tenía escritas las letras, eran más autobiográficas, pero en este hay más historias inventadas. Como a toda persona que escribe, a mí siempre me influye mi propia experiencia y las cosas que me pasan, pero esta vez la mayoría de las letras salían de historias que se me ocurrían y que luego desarrollaba yo en mi cabeza.
Supongo que también habías gastado unos cuantos “cartuchos” con las letras de tu disco en solitario…
Fran: Pues la verdad es que sí, pero para mí también ha sido un reto hacer las letras con la música ya hecha porque no es algo que suela hacer habitualmente, ha sido un reto pero también un divertimento más.
Mariano: A los demás ese disco que hizo en solitario y, sobre todo cómo lo hizo, también nos ha ayudado porque hemos descubierto la guitarra acústica como una herramienta diferente para hacer canciones; eso influyó en la composición porque, de una canción que ya tienes hecha con la acústica, ves cómo se va transformando metiendo un ampli, una batería… es divertido ver como algo totalmente despojado va vistiéndose con diferentes sonidos hasta llegar a la canción definitiva.
En este nuevo disco, al igual que en vuestros anteriores trabajos, encontramos varias colaboraciones de amigos, ¿en qué os basáis para elegir a estos invitados?
Mariano: En las colaboraciones nunca hemos querido meter a gente que no sean colegas y, en el caso de Kanu (Dr. Kanu & the killer cat´s), que ha metido armónica y dobro, sí que se buscó, porque es un colega de Santutxu y porque vimos que podía encajar perfectamente en esas canciones…
Fran: En “Cenizas”, por ejemplo, a todos se nos vino a la cabeza El Piñas en cuanto la escuchamos, y fue muy sencillo contar con él porque le conocíamos de haber tocado con él en Malaputa en varios conciertos; Endika, de Desidia, también es amigo y era la voz perfecta para recitar el poema que nos escribió Javy BerCle, otro colega de Santutxu.
Para terminar, ¿cuándo podremos disfrutar de los nuevos temas en directo?
Eder: El 5 octubre presentaremos el disco en Nave 9 y tampoco queremos hacer demasiados bolos por aquí cerca porque no queremos quemar a la gente y queremos conocer sitios nuevos.

- Las fotografías que aparecen en la entrevista son de Ander Canales.