Marban: “Con Leviatán hemos querido transmitir energía, un poco de melancolía y sobre todo pasión”

Marban: “Con Leviatán hemos querido transmitir energía, un poco de melancolía y sobre todo pasión”

Hace unas semanas que los miembros de Marban, banda radicada en Getxo y compuesta por Guillermo Marban (voz y guitarra), Álvaro Martínez (violín y sintetizador), Javier Heppe (batería), Alex Briegas (guitarra) y Estanis Arena (bajo), nos sorprendieron con el lanzamiento de un nuevo EP: “Leviatán”, un trabajo que evidencia la evolución musical y personal que ha experimentado el grupo en los últimos tiempos. Con ellos hablamos para conocer un poco mejor esta transformación.

Marban comenzó como un proyecto individual y poco a poco se han sumado piezas para formar un interesante puzzle musical de cinco piezas. ¿Cómo habéis vivido esta evolución en la banda?

Evidentemente ha habido un gran cambio del sonido en directo y poco a poco vamos consiguiendo un sonido más característico y personal. Al principio, Guillermo tocaba en acústico y una vez llegaron Javi y Álvaro se empezó a dar un formato más eléctrico. Desde la entrada de Álvaro y Javi ha habido algunos cambios en la formación de la banda hasta topar con Alex y Estanis, pero siempre nos hemos arreglado para tocar en los conciertos los tres primeros cuando alguno de los demás fallaba.

¿En qué aspectos se nota más?

Lo que más nos gusta, además de mejorar conjuntamente en lo musical, es el hecho de convertirnos en una piña. Cuando empezamos no nos conocíamos mucho y ahora somos grandes amigos, y eso es lo que más valoramos.

Acabáis de estrenar el EP “Leviatán” compuesto por cuatro canciones que se mueven entre ritmos pop-rock-folk con tintes electrónicos con los que creáis desde atmósferas densas (‘Mistral’ y ‘Carabela’) hasta ritmos luminosos y bailables (‘Trinidad’ y ‘Leviatán’). ¿Cuál ha sido la inspiración para este trabajo?

Curiosamente, las dos canciones que dices que son más atmosféricamente densas (‘Carabela’ y ‘Mistral’) las escribió Guillermo en los últimos meses, mientras que las que tienen ritmos más luminosos y bailables (‘Leviatán’ y ‘Trinidad’) llevaban escritas desde hace tres años, en lo que a música se refiere, y estaban por ahí enterradas. Ambos pares de canciones reflejan una época de la vida y una vivencias diferentes, pero en las letras siempre se ha tratado de dar cierta cohesión entre las demás canciones, salvo en Trinidad, que tiene una letra bastante más simple, despreocupada y guasona para lo que somos nosotros. En cuanto a la inspiración, destacar como ya hemos dicho antes las vivencias personales, autores como Bécquer, y también se suele hacer mucha referencia a la mitología griega y al mar.

¿Que habéis querido transmitir con estas canciones?

Somos conscientes de que cada canción puede transmitir una cosa diferente a cada persona que la escucha, pero nos hemos esforzado en interpretar al máximo la música y las letras para que el oyente esté más cerca de lo que queremos transmitir: energía, un poco de melancolía y sobre todo pasión.

“Cada grabación supone un aprendizaje enorme en todos los niveles”

Este nuevo EP representa un paso adelante a nivel compositivo e instrumental. ¿Qué diferencias encontráis vosotros entre el álbum anterior y este nuevo trabajo?

A nivel compositivo e instrumental creemos que la mayor diferencia es que vamos madurando poco a poco y dando con un sonido. Ahora somos una piña y eso se nota a la hora de grabar y tocar. Cada vez que se graba se aprenden muchísimas cosas y es un salto enorme de aprendizaje en todos los niveles.

Del mismo modo tenemos que destacar la gran labor de nuestro amigo Antonio Garamendi. Como productor no se nos ocurría nadie mejor, tanto por su nivel y conocimiento musical y también por conocernos desde hace mucho tiempo. Sabíamos que Antonio conocía de primera mano cómo queríamos grabar y qué queríamos transmitir. Antonio ha sido uno más en la banda durante la grabación del disco, en todos los sentidos.

Como apuntáis, para la producción de “Leviatán” habéis vuelto a confiar en las experimentadas manos de Antonio Garamendi, que colaboró en el disco anterior, y también en las de Saúl Santolaria, en cuyos estudios de grabación (Sweet Saul) habéis registrado estos temas. ¿Cómo es el proceso de producción con ellos?

Primero, pasamos unas maquetas a Antonio de lo que eran las canciones, su estructura, y como las tocábamos en el local de ensayo. A partir de ahí, Antonio venía al local a darnos recomendaciones, sugerir cambios y proponernos cosa nuevas. Poco a poco las canciones iban cogiendo forma. Mistral fue la que más cambios ha sufrido por la gran labor de Antonio hasta el punto de convertirse en una canción casi totalmente diferente a lo que era cuando se escribió. A todos nos pareció genial y nos pusimos a ello porque desde el principio le dijimos a Antonio que él era uno más de la banda y podía proponer lo que quisiera. Ha participado en las canciones como uno más con muchísimos arreglos de teclados, pianos, guitarras y más ideas por allí y por allá.

Antonio nos ha ayudado mucho no solo en lo musical, sino también en lo interpretativo, hasta el punto de obligar a Javi a creerse un rapero a la hora de tocar algunas partes de Carabela, u obligar a Guillermo a creerse un chamán en Carabela o alguien que va caminando con una resaca descomunal por el desierto en Leviatán. Tal cual. Al final te das cuenta de es más importante la interpretación y la pasión que la técnica musical per se.

“La interpretación y la pasión cuenta más que la técnica musical”

¿Y cómo ha sido la contribución de cada uno de vosotros a nivel de arreglos? 

Cada miembro se ha encargado de lo suyo, siempre con la ayuda de Antonio que allanaba el camino y proponía cosas nuevas. Las canciones y las letras las compuso Guillermo y las trajo al local de ensayo para que todos trabajáramos en nuestros instrumentos y aportáramos todos nuestros toques personales.

A Estanis le coincidió una época ocupada y tuvo que construir prácticamente los bajos en el mismo fin de semana que grabamos.

Por cierto, el impresionante artwok de portada tiene su firma… ¿De dónde le viene Estanis esta faceta de diseñador? ¿Que habéis querido reflejar en ella?

Estanis es arquitecto y tenemos la suerte de que le gusta mucho el diseño gráfico y la fotografía. Creemos que la portada simboliza varias cosas. Evidentemente aparece el “Leviatán” a punto de acabar con la “Carabela”, siendo ambos elementos dos de los cuatro títulos que dan nombre a las canciones del EP. Decir que la carabela se encuentra rumbo a Trinidad sirviéndose del Mistral sería un poco mentira o por lo menos nos lo habríamos inventado. Consideramos que la portada refleja un cambio de actitud musical que hemos sufrido, donde hemos pasado de un folk-rock o pop-rock a algo mucho más contundente, agresivo, maduro y menos ingenuo.

¿Alguien más del grupo esconde alguna otra habilidad artística más allá de la música?

Claro que sí, escondemos grandes habilidades. Por ejemplo, a Javi se le da muy bien imitar a pájaros, Alex es experto en coger prestadas las guitarras y Estanis en que se las cojan prestadas, a Guillermo se le da genial perder púas y a Álvaro hacer acrobacias con el patinete en el local de ensayo.

“Leviatán” también deja entrever el estilo o la forma que podría adquirir vuestro próximo LP…  ¿Nos podéis adelantas algo a este respecto? ¿Estáis trabajando en un nuevo disco? 

De momento tenemos previsto mover esto todo lo que podamos, pero siempre con una visión a corto/medio plazo de hacer cosas nuevas. Nos encanta encerrarnos todos juntos en el estudio de grabación y hacer el mono, así que esperamos no tardar en volver.

Nos gusta constatar de primera mano la situación actual de la música en directo y los locales de conciertos en Bizkaia. ¿Cómo veís desde vuestro punto de vista el panorama musical local a día de hoy?

Hay muchísimas bandas, tanto a nivel local como a nivel nacional con un nivel altísimo. Creemos que la música española está muy infravalorada, y está difícil la situación. Esto lleva un trabajo detrás enorme y cada uno tenemos nuestras vidas paralelas a esto, pero lo hacemos porque disfrutamos como enanos.

En este sentido es particularmente revelador el tema ‘Trinidad’ de este disco, que encierro un potente guiño a la música en directo en Bilbao, con un punto reivindicativo de la música rock. ¿Hace falta más locales con propuestas rockeras en vivo?

Hacen falta más locales, claramente, pero también hace falta mucha más cultura musical. Si existiera esa cultura, habría más público y un mayor número de garitos con una propuesta musical.

También habéis estado cerca de estar en un gran escenario como es el BBK Live, ya que alcanzásteis la semifinal de la Maketa Lehiaketa de Gaztea (cuyo principal premio es entrar en el cartel del festi de Kobetamendi). ¿Os véis tocando en un futuro cercano en este u otros grandes festivales bizkaitarras, como Sopela Kosta o Mundaka Fest por nombrar los más conocidos?

Claro que sí, nos encantaría. Creemos que con trabajo todo se consigue, y hay que disfrutar de cada época, pero sí que nos vemos tocando en esos sitios. En dos años hemos progresado mucho y tenemos que seguir así.

¿Y de los festivas nacionales? ¿En cuál os haría más ilusión participar o sería un sueño cumplido aparecer en su cartel?

Nos haría una gran ilusión tocar en todos los grandes festivales nacionales y estar en cualquiera de ellos sería un sueño cumplido. Si tuviéramos que elegir uno, el que más nos haría ilusión sería el BBK Live por estar en casa con nuestra gente.

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