El pasado viernes se celebraba la segunda jornada del BBK Live y de la que salimos más que contentos. Si en la primera nos quedamos algo fríos, en esta segunda pudimos disfrutar de buenos conciertos propios de un gran festival. Buenas bandas, buenas canciones y muy buen ambiente festivalero.
Abríamos temprano en el Nagusi con la banda donostiarra Nøgen. Un grupo de pop indie euskaldun con tintes folk que tiene mucho tirón como se pudo ver el viernes en Kobetamendi. Sonaron muy bien y ofrecieron un repertorio acorde a lo que se espera en un concierto de esta índole. Temas rápidos y concisos que no dejaban calma entre canción y canción.
Sonaron composiciones de sus tres discos: «Erori arte», «Zuek», «Enarak», «Alene» o «Ez dago onda aterako» en la que también sonó el castellano. Supieron conectar con el público que coreo con la banda temas como «Mila aldiz», la preciosa «Oxigenoa» o «Zeri bebida hartu nahi duzu lo?». Sorprendieron con una versión del «Dog days are over» de Florence + The Machines y otra cover de «Riptide» del cantante australiano Vance Joy y que la banda ha traducido en el «Hil bizi arte».
Un concierto que nos dejó un buen sabor de boca el de la banda guipuzcoana.
Raudos y veloces nos dirigimos al escenario San Miguel para ver a los irlandeses de Inhaler. Encabezando el cuarteto estaba encabezado por Elijah Hewson, es decir, el hijo de Bono. Sí, el de U2. Esto es algo que mucha gente desconocía y, por un lado, mejor ya que así no se hacían las odiosas comparaciones entre padre e hijo.
La banda de Dublin ofrece un after punk que trae muchos recuerdos; a The Stills y a los también irlandeses U2 (de ahí que era mejor no saber la relación filio paternal anteriormente mencionada). También mostró por momentos toques más funk que recordaban a temas de Noel Gallagher e incluso a ese stadium rock cargado de épica.
Un repertorio y actitud seria pero que nos gustó. Abrieron con «It won’t always be like this». Se lucieron en «We have to move on» y en «Totally». Sonaron bien «Who’s your money on», «When it breaks», «My king will be kind» e «In my sleep».
Cerraron con «My honest face». Y la verdad que los jóvenes irlandeses se mostraron honestos con su propuesta. Un interesante descubrimiento. Segundo bolo del día y segundo que nos gustaba y divertía. La cosa prometía.
Y como no hay dos sin tres ¡Increíble lo de Lori Meyers! Desde Granada llegaba el grupo considerado referente del rock indie estatal y que es asidua durante el verano a multitud de festivales. El viernes demostraron su poder de convocatoria llenando en buena medida la explanada frente al escenario Nagusi, el principal.
Un auténtico bolazo el de los granadinos que ofrecieron durante una hora, aproximadamente, y en el que sonaron sus temas más emblemáticos. También sonaron temas de su último trabajo «Espacios infinitos». Nos encantaron, además del magnífico sonido, la luces y proyecciones que la banda desplegó. ¿Y la gente? Locura total.
Abrieron con «Seres de luz», tema del disco nuevo. Siguieron con «Luces de neón» y «Planilandia», dos temazos de discos anteriores. Se intuía un buen concierto y así lo demostraron. Con «Punk», «Primaveras» y «Vámonos de aquí» retomaron su último trabajo. Siguieron con éxitos como «Zona de confort» y «Siempre brilla el sol» (añadiendo Bilbao a la letra y con una sonrisa entre cómplice y maliciosa).
Sus temas nuevos encajaban bien en el repertorio y así ocurrió con «Necesito poder respirar». Volvieron a regalar más hits de su trayectoria como «El tiempo pasará», el increíble «Emborracharme» y en el que salió Jordi Evole que por la mañana había actuado en El Arenal con su banda, y «¿Aha han vuelto? Estaba claro que la actuación de la banda de Loja iba a acabar por todo lo alto. Dejaron para el final como «Mi realidad» y una espectacular «Alta fidelidad».
Encantados y con una sonrisa de oreja a oreja. Así nos quedamos tras ver a Lori Meyers.
El último concierto del que decidimos hacer crónica iba a ser el de unos The Killers que regresaban al BBK Live. Lleno casi absoluto en el Nagusi. Según Last Tour, unos 30.000 asistentes. Ahí es nada. Y es que aunque hay quien les tache de efectistas, la banda estadounidense congrega a miles de fans en sus conciertos. ¿La razón? La vimos el viernes en Kobetamendi.
Aun que no cabe duda de que había otras propuestas interesantes y que, a la postre, también ofrecieron buenos conciertos, The Killers eran los cabezas de cartel de la segunda jornada del festival. Sin duda, lo de Las Vegas son una de las bandas de rock con más canciones convertidos en himnos. Por ello, se les puede considerar uno de los grupos más exitosos de este siglo.
Al grano. El viernes volvieron darlo todo en el BBK Live. Estuvieron solventes y contundentes a la vez. Asistimos a un directo con mucho ritmo en el que siguen mostrando la frescura de la anterior década, en la que para ser sinceros, publicaron sus mejores discos.
Nos deleitaron con sus grandes éxitos. A pesar de que los hemos escuchado mas veces, volvemos a escucharlos con la misma pasión. No se molestan, menos mal, en darles una vuelta y «modernizarlos», ¿para qué? Han funcionado y funcionan tal y como fueron creados. Así consiguen hacer que sus conciertos sean pura diversión y disfrute. Parecen tener la capacidad para tocarnos la fibra con canciones como «Human», «Mr Bightside», «Spaceman», «Somebody Told Me», «When You Were Young,…» ¡Que gozada!
También nos encantaron con «Run for cover», «Caution», «Runaways» o «Read my mind». Brillaron con la versión que hicieron de «Shadowplay» de Joy División y nos dejaron llenos de optimismo con «Mr. Brightside» con al que cerraron su cita bilbaína envueltos en fuegos artificiales que pusieron el broche de oro a nuestras crónicas de la segunda jornada. Una cita en la que la conexión Granada – Las Vegas fue clave.