Habrá quien opine lo contrario y será muy respetable. Pero yo creo que sólo se puede interpretar esta enorme transformación sufrida por los Smile como un “Feliz Accidente”. Sí, igual que el título de su cuarto disco, aunque este sea en plural.
Bien es cierto que nuestros Smile de Getxo siempre han evolucionado sin parar y no se quedaron nunca anclados en sus inicios más folk-rock de la Costa Oeste americana ni en su acercamiento a la cultura y los sonidos surf. Ya su anterior trabajo para Warner Records, “Out Of Season”, se notó un importante cambio respecto a su anterior y aclamado “All Roads Leads To The Shore”. La verdad es que han sido cuatro largos años sin nuevas canciones y ya en aquel disco sonaban más cercanos a Fleet Foxes o los Wilco más experimentadores que a los Crosby, Stills & Nash o America.
Continúan en “Happy Accidents” (Warner) con la producción del experto Saúl Santolaria, aunque le ayudan Antonio Garamendi y la propia banda. Su enorme transformación, que les acerca a un sonido más moderno, cargado de programaciones y con idéntico espíritu optimista y divertido, ya se apreciaba en el buen single de adelanto, ‘When the lights change’ que hasta se puede bailar en un pista para ello.
Esto también se puede aplicar al gran arranque, también definitorio en su título, ‘Born again’ Soleados, pero también psicodélicos. A la vez contagiosos y bailables. Con ‘Adela’ sí que recuperan su emotividad y sencillez a lo CS&N, pero le aplican unos arreglos como los U2 más avanzados. El pop y la psicodelia se vuelven a pelear en ‘Nothing exciting’ y me vienen recuerdos de bandas como Beachwood Sparks, The Tyde o los más recientes The Thrills. No se detienen ahí y no se cortan al meter toque de afro pop a lo Wampire Weekend en ‘Such a long time’. ‘Keep on’ es una maravillosa melodía y más que posible single que irradia ganas de vivir. Además cuenta con una emotiva casi narrada.
Ya hacia el final recuperan su lado más folk e intimista con la gran melodía de ‘Another day gone’. Pero claro, también le añaden luego programaciones más actuales que les acercan a los Fleet Foxes pero también a Beach House. Hasta hay ciertas partes cantadas por Franks a través del vocoder. Cierra de manera acústica, melódica e intimista ‘Road of ruin’. Vuelven a sonar para escuchar en una playa, pero ya no surcando las olas sino gozando de un romántico y plácido atardecer.
Ya eran un grupo para cargar de buenos ánimos los grandes festivales pero ahora de la mano también de Emerge Managment seguro que están presentes en muchos más eventos de este tipo en la larga temporada que ya ha comenzado. Si te pasas por www.facebook.com/Smileisaband o www.emergeproducciones.com, te podrás enterar de todos sus pasos y también de cómo siguen surcando las olas, porque su pasión por la cultura surf y las tablas sigue ahí.