Vetusta Morla: “ Con La Deriva sabíamos que había terminado un ciclo”

Vetusta Morla: “ Con La Deriva sabíamos que había terminado un ciclo”

 

Era uno de los discos y de las giras más esperadas del año. Con su anterior trabajo y directo alcanzaron un éxito más que notable y eso creó grandes expectativas. Vetusta Morla ha regresado a los escenarios con una gira que recalará en Bilbao este próximo sábado en la explanada del museo Guggenheim. Entradas aquí.  Lo hacen con su nuevo y gran trabajo titulado “Mismo sitio, distinto lugar”. Un disco que mantiene su esencia pero en el que destaca una gran producción.  Os dejamos la entrevista que les realizó nuestro compañero Edu Gascón para nuestra web hermana  WebOrpheo.

 

“Mismo sitio, distinto lugar”. Hay bastante gente que interpreta el título como una declaración de intenciones, cierre de una etapa y comienzo de otra.

Álvaro: para nosotros en más una transformación. El ser conscientes de que lo que éramos ayer igual no es lo que somos hoy o que hoy no percibimos igual lo que éramos ayer. Es darse cuenta de que todo está en cambio constante y que depende de las circunstancias y de la experiencia de cada uno para que ese sitio sea diferente lugar.

 Sin duda lo que más destaca del nuevo disco es un cambio más que notable en cuanto a producción. Mantenéis la esencia de Vetusta pero con un sonido diferente. ¿Es un cambio que buscabais? ¿Lo necesitabais?

Álvaro: Nosotros con “La Deriva” realmente sentíamos que habíamos terminado un ciclo. A partir de ahí sabíamos que teníamos que enfrentarnos a un nuevo paradigma; encontrarnos nosotros con las piezas que quisiéramos conjugar. Eso nos ha llevado a coproducir el disco con Campi, un productor que nos ayudó con la producción de la canción ‘En lo bueno y lo malo’ para un homenaje a Ray Heredia. Decimos contar con él después de haber estado trabajando entre nosotros esa primera parte del disco. Le llamamos en enero de este año para q nos ayudara a desarrollar el trabajo que habíamos hecho nosotros desde septiembre de año pasado. Después tuvimos la suerte de poder contar don Dave Fridmann, un productor que nos gustaba mucho aunque después sentimos que fue más bien él quien nos eligió a nosotros. El tiene cantidad de grupos con los que puede trabajar y decidió hacerlo con nosotros. Es más, creo que tenía la opción de haber trabajado con The Killers. Le preguntamos por qué nos eligió  y nos explicó que le había emocionado nuestra música. Conjugando todo esta producción con las mezclas de la mano de Greg Calbi el resultado es algo diferente que no habíamos hecho antes.

¿Se puede decir que después del éxito alcanzado con “La Deriva” buscabais escapar de etiquetas?

David (Indio): Mas que escapar de etiquetas lo que buscábamos era un reencuentro con nosotros mismos y siempre manteniendo la esencia. Se basa todo en una cuestión de honestidad; necesitamos este cambio, hacer las cosas de otra manera, queríamos trabajar  de otra forma sin saber a dónde nos iba a llevar. Eso es lo que realmente queríamos hacer. Hubo una serie de premisas que nos pusimos al principio de todo: ampliar el espectro instrumental y tímbrico. En el sentido de las etiquetas nunca hemos estado preocupados por ello. Creemos que son necesarias para que los medios de comunicación puedan clasificar y hablar de grupos. Nosotros creemos que aunque compartimos un estilo (aunque con diferencias importantes) con otros grupos con los que se nos asemeja siempre hemos pensado más en música en general. Vetusta es un grupo de carácter pop porque las canciones son relativamente sencillas que se pueden cantar y bailar pero con una energía de rock. Somos muy apasionados cuando hacemos la música y cuando la interpretamos en directo. Todo esto lo intentamos enriquecer con muchos matices. Poner etiqueta a todo esto es un poco complicado.

 ¿Necesitabais quizás nuevas motivaciones para seguir?¿Intento de reconstrucción?

David: Sí pero por una necesidad como personas; aunque no quieras vas cambiando , vas viviendo experiencias, vas creciendo, vas teniendo hijos,…todo cambia y tu vida te va cambiando. Es una cuestión de que si te mantienes haciendo lo mismo no sería coherente con lo que eres. Es una cuestión de necesidad vital y, más allá de eso, una inquietud artística. Buscar nuevos horizontes y nuevas maneras de expresar las cosas.

 Campi Campón ¿qué papel ha jugado en la producción del disco?

Juanma: Campi a jugado un papel importantísimo. Para empezar en cuestión de herramientas; él nos ha enseñado muchas posibilidades que tiene la manipulación del sonido, posibilidades expresivas.  Antes la manipulación que se hacía de sonido tras la grabación era cuestión de peinarlo un poquito, de ponerles lazo a las canciones pero no vayamos a estropear lo que hemos tocado… Con él hemos descubierto que procesar el sonido después de grabarlo es parte del proceso creativo y del proceso expresivo. Campi ha hecho de catalizador de nuestro cambio. Probablemente no hubiera sido posible sin su figura externa, sin su ordenamiento de las ideas y sobre todo sin su aportación a la hora de hacernos entender que no teníamos que llevarlo todo controlado. Que había un aparte del proceso que debíamos dejar sin hacer para que en el propio proceso se terminara. Lo que nosotros utilizando las palabras de Pucho llamamos “abrazar la incertidumbre”. Algunas canciones se han terminado en el estudio y algunas incluso en las mezclas. Esto nos creaba mucha ansiedad y Campi nos ha ayudado a sobrellevar eso muy bien.

 Vuestro anterior trabajo hablaba de estar alerta de lo que ocurre a nuestro alrededor. Creado de fuera hacia dentro. Ahora da la sensación de ser al revés. ¿Qué opináis al respecto?

Juanma: “Mismo sitio, distinto lugar” en cuanto a perspectiva de los textos y de las canciones se contrapone sobre todo con “La Deriva” que fue un disco que nació de observar alrededor y contarlo. Era un disco con vocación de crónica social. En cambio, la vocación de nuestro último trabajo es de autoanálisis, de reflexión, de mirar al interior para ver qué nos estaba pasando a nosotros individualmente y como banda. Lo que si es verdad es que luego ha tenido proyecciones exteriores para nosotros insospechadas. Uno de los temores que teníamos (además de ir al estudio sin terminar las canciones) era pensar que el disco era demasiado introspectivo y que podía no gustarle a quien lo escuchara. Pero hemos podido ver como ese proceso de transformación y de emociones que van asociadas a ese proceso en realidad son compartidas por mucha gente. Todo el mundo está en proceso de cambio, la sociedad misma está en un proceso de cambio muy profundo. Esto incluye incertidumbre, conflicto, tensión, esperanza e incluye también necesidad de creer en la magia, en la intuición y en el compañerismo, como refleja la última canción del disco. El disco ha conectado emocionalmente mucho con gente y con la crónica social aún siendo un disco que en realidad parte del interior.

Este era uno de los discos más esperados. Todo el mundo se preguntaba para cuando lo nuevo de Vetusta ¿ha generado eso presión a la hora de trabajar?

Álvaro: La verdad es que no. Pudimos sentir esto tal vez después de que con “Un día en el mundo” nos habíamos hecho conocidos pero cuando nos pusimos a trabajar con “Mapas” no sentíamos nada de presión. Tampoco lo hemos sentido en esta ocasión. Analizando por qué creo que es porque durante diez años antes de sacar “Un día en el mundo” creamos nuestra propia burbuja y eso nos sirvió para aprender un poco el uno del otro. Saber cómo funciona Vetusta Morla en sus tripas y eso no ha hecho dar mucha importancia a lo que tenemos dentro aislado, desde una forma positiva, de presiones o de juicios. De cualquier forma no sé por qué será cuando nos ponemos a trabajar no estamos pensando en cómo va a ser aceptado o querido el disco. Es más una presión propia de nosotros seis por querer hacer algo que nos nutra y por sentir que estamos aportando algo que nos sirve a nosotros para algo.

 Los estudios Hansa están unidos a nombres como Bowie, U2, Depeche Mode… ¿Por qué elegisteis estos estudios? ¿Con qué os quedáis de la   experiencia de grabar en Berlín?

David: Poder grabar en Hansa ha sido un lujo que hemos podido disfrutar y ha sido un aprendizaje total. Primero por le hecho de convertir el estudio de grabación en un espacio que es la continuación y una parte más de la composición de las canciones. De alguna manera le hemos perdido el miedo a estudio. Segundo por estar en un sitio que ha tenido tanta historia. De alguna manera intentábamos pensar en que ahí se habían grabado grandes discos y nos hacía ilusión estar allí. El primer día al entrar en el estudio se respiraba el ambiente añejo de un estudio que tiene más de cuarenta años; el aspecto, la gran sala de grabación, la moqueta, la sensación que te da visualmente todo. Aprovechamos un montón toda la cantidad de material que tienen allí. Cosas que a veces se usan pero que normalmente están allí escondidas, sin usarse.. como un teclado que estaba tirado y que nos comentaron usó Bowie cuando estuvo allí. En ese juego de probar y experimentar se utilizó y se grabó.

 El acuerdo entre Pequeño Salto mortal / Sony. Sin duda una estrategia de expandir vuestra música. ¿Qué esperáis de este trabajo conjunto?

David: Nosotros este trabajo lo hemos hecho como hacemos todos los discos; se ha publicado con Pequeño Salto Mortal que es nuestro sello discográfico. Lo hemos hecho como hemos querido y artísticamente ha sido como siempre. La diferencia está que nosotros cuando hemos ido a Latinoamérica nuestros tres discos se han publicado en México, Colombia y Argentina llegando a acuerdos con acuerdos puntuales en cada país con pequeños sellos que nos han ayudado a poder publicarlos y a empezar a hacer un carrera por allí. Lo que sucede actualmente es que eso es muy costoso, suponen un montón de trabajo y hacía que esa labor fuera muy complicada. Para este nuevo disco pensamos que aliarnos con Sony era una buena manera de tener centralizada la publicación de nuestros discos y para poder llegar a sitios donde empezaba a haber demanda de la música del grupo como Chile o Perú. Una forma de amplificar la señal de Pequeño Salto Mortal y que llegue a todos estos sitios.

 Supongo que tenéis ganas de subiros a los escenarios . ¿Algún adelanto de lo que será vuestra próxima gira?

Juanma: De momento la gira de presentación en España será en grandes recintos y por lo tanto nuestra intención en crear un show que sea adecuado a esos lugares. En eso consiste el cambio también, al igual que saber en dónde estás en cada momento. En América iremos a salas más pequeñas también y tendremos que hacer conciertos en los que nos comunicamos a través de la música de otra forma. En los conciertos multitudinarios el aspecto visual tendrá importancia superior a la que ha tenido en otros momentos. Ya en el final de la gira de La Deriva tuvimos que operar así porque tocamos en recintos muy grandes. Por ello trabajamos con Maxi Gilbert que es un fantástico escenógrafo y que diseñó un escenario para nosotros con luces, pantallas,.. Todo eso empieza a formar parte  de nuestro modo de comunicarnos en determinados ambientes. Yo creo que es bueno tener esa flexibilidad para ir a Perú a una sala pequeña y tocar con la energía del directo porque no tienes más medios y luego llegar a Bilbao (el 30 de junio) a la explanada del Guggenheim, que haya miles de personas  y saber hacerlo de otra forma. Nuestra esperanza es que podamos seguir teniendo esa cintura para leer bien cada situación. Todavía estamos muy lejos de poder saber cómo será pero será un show con una narrativa, que tendrá un sentido, como si fuese una película con su planteamientos, nudo y desenlace. Todas las canciones tendrán una uniformidad, incluso las antiguas se tocarán a la manera de “Mismo sitio, distinto lugar” con un componente visual muy potente.

 

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