Lo normal hubiese sido titular esta breve crónica hablando de The XX, de The Chemical Brothers o de David Byrne. Estos artistas eran los cabezas de cartel en la segunda jornada del BBK Live; congregaron a miles de personas y ofrecieron un buen concierto. Sin embargo, de ayer viernes me quedo con la actuación de los australianos King Gizzard & The Lizard Wizard. Con ellos llegó un gran directo de rock en un día en el que la lluvia hizo acto de presencia en Kobetamendi. Hoy la foto de portada es para ellos.
The XX a priori eran los protagonistas de la noche. Involucrados en esta edición del BBK Live con sus conciertos varios y especiales (Antzokia, Guggenheimy Mercado 2 de Mayo) ayer era su gran cita. Y como era de esperar no defraudaron. Ante una multitud (aunque no tanto como la que se reunió para Florence) ofrecieron un repertorio que dejó clara la personalidad de los británicos. Canciones íntimas, electrónicas y bailables. En ocasiones cobraron más importancia los susurros que los propios instrumentos. Un montaje de luces e imagen que dejó a muchos con la boca abierta. Me dio la sensación que la banda también estaba sorprendida por la multitud agolpada frente al escenario Bilbao. Son muy jóvenes y todavía no muy conocidos por estos lares. Por problemas técnicos el inicio del concierto se demoró en veinticinco minutos. Pero la espera valió la pena.
Otro de los platos fuertes de ayer eran The Chemical Brothers. No cabe duda de que Tom Rowlands y Ed Simons han sido los responsables máximos del éxito de la música electrónica. La fama de ofrecer espectaculares conciertos allá donde actúan también congregó a miles de seguidores en el escenario principal. Muchos habían acudido exclusivamente a ver estos dos revolucionarios del género. Se disfrutó de temas míticos como “Hey boy hey girl”, “Galvanize” o “Let forever be”. La hora tardía de inicio (programado para las 02:00) y la lluvia hicieron que bajara algo la asistencia pero la actuación no desmereció para nada.
David Byrne era uno de los cabezas de cartel con más años de carrera a sus espaldas. Venía a presentar su último disco “American utopia”. Ofreció un muy buen concierto en el que quedó patente las huellas de su antiguo grupo Talking Heads. No faltaron temas de la mítica banda en la parte final del show. El concierto fue un ejemplo del rock de la década de los 70 y no faltó la teatralidad e incluso la danza. ¿Puro art rock? De una manera u otra Byrne acertó con el público . Muchos fueron los que se acercaron a disfrutar del show de una historia viva de la música a pesar de la persistente lluvia.
Aunque no era cabezas de cartel acudimos a ver a King Gizzard & The Lizard Wizard. Nos habían informado que los australianos son uno de los grupos de rock psicodélico con mejor directo del momento. Y así fue. Un concierto de rock en toda regla. Con guitarras, dos batería y sobre todo mucha actitud. Echaba de menos algo así en el BBK Live últimamente. El grupo de Melbourne tiene una reputación que está llegando a lo más alto. Con una creatividad y producción increíble (cinco disco el año pasado). En formato septeto hizo las delicias de un publico deseoso de saltar, empujar, mover la cabeza y vibrar con un magnífico rock. Para un servidor el concierto con la temperatura más alta de lo que se ha podido ver por aquí últimamente.
Ayer también acudimos a ver a los madrileños Carolina Durante (en la foto anterior). Los madrileños divirtieron con su garaje rock y sus letras ingeniosas e irónicas; “todos mis amigos se llaman Cayetano. Todos mis amigos no votan a PP, votan a Ciudadanos…”. Mucha gente joven saltando, cantando e invadiendo el escenario hasta dejar sin sonido a la banda. El concierto de Neuman también fue de lo destacable de la segunda jornada. Paco Román está sin duda en su mejor momento y eso quedó claro ayer en el escenario Bilbao. El murciano ofreció un concierto cargado de emociones en los que combinó la intensidad y la calma. Un experto en eso de gestionar los sentimientos de las canciones.
También disfrutamos con Cecilia Payne. Un indie made in Bilbao . Una propuesta la de esta banda que gira en torno al garaje rock y el grunge de los noventa. Un concierto correcto aunque nos gustaría verla en un escenario que no se le quede pequeño, por ejemplo el Heineken. Es allí donde vimos parte de la actuación de los neoyorkinos Porches. Música que bascula entre el pop y la electrónica. Recuerda a la primera época de Depeche Mode. Ayer quizás nos dejaron un poco fríos.
En el mismo escenario nos encontramos con lo menos positivo de la noche. My Bloody Valentine ofreció un concierto que muchos no pudimos casi ni empezar de ver. El sonido estaba tan alto que molestaba y desde el principio muchas personas se iban hacia atrás para terminar marchándose. Una pena no haber podido disfrutar de un proyecto que nació allá por los años 80 y que sin duda tiene mucha calidad.
Una buena jornada también la segunda del BBK Live que hoy toca a su fin con platos fuertes como Gorillaz, Noel Gallagher, entre otros.
